ONG Map8: “Necesitamos voluntarios profesionales con desesperación”

Pueden incluso ser universitarios en sus últimos años de arquitectura, ingeniería civil, leyes, psicología, educación inicial y trabajo social. Porque la etapa que viven ahora los damnificados por el incendio que afectó a cientos de familias de campamentos y tomas en Viña del Mar es otra. Así lo asegura Victorino Goldberg, quien desde el 23 de diciembre lidera labores de voluntariado en cerro Nueva Aurora. ¡A pura bicicleta!

Por María Teresa Villafrade

La primera pregunta que surge al ver a los ciclistas de la ONG Map8 subiendo y bajando del cerro Nueva Aurora en Viña del Mar es ¿cómo una entidad comprometida con cuidar el medio ambiente y la movilidad a través del pedaleo termina dedicada a ayudar a 18 familias que lo perdieron todo en la previa de Navidad?

“Nuestra sede en Renca también sufrió de un incendio”, cuenta Victorino Goldberg, técnico en turismo y socio fundador de la organización de ciclistas. Pero ya durante la pandemia, la solidaridad los había movido a apoyar 47 ollas comunes en distintas comunas. Labor que siguen haciendo junto a Acción Solidaria de Hogar de Cristo.

Pero el incendio que afectó el 23 de diciembre pasado a 300 viviendas los hizo movilizarse hasta la Ciudad Jardín.

“Estamos focalizados en trabajar en solo dos calles del cerro Nueva Aurora: Irene Frei e Italia, ayudando a 18 familias que lo perdieron todo. Son en total 100 personas damnificadas y 43 niños afectados. No solo los que se quemaron están afectados, también sus vecinos”, explica.

Cuenta la anécdota de una niña que recibió una bicicleta de regalo y que pidió le dieran otra a un niño vecino que, si bien su casa no se quemó, ha tenido las mismas pesadillas que ella desde la tragedia.

“Los niños nos enseñan que los afectados son muchos más que los damnificados. El dueño del taller mecánico que lo perdió todo, implica también a sus trabajadores y sus familias que dependían de ese taller como sustento”, hace notar.

CONSTRUIR UN NUEVO BARRIO

Victorino cuenta que prácticamente ya terminaron con la remoción de escombros. Ahora se están planificando las nuevas construcciones.

“Los vecinos quieren construir un nuevo barrio, más amigable con la quebrada y con sus vecinos aledaños. Hay familias que tienen título de dominio, otras tienen decreto antiguo de las juntas de vecinos y están los que se tomaron los terrenos. De las 18 familias, sólo diez están regularizadas”.

En la calle Navarrete, dice como ejemplo de sector al que no han podido llegar, hay 24 familias damnificadas. “Lamentablemente a este cerro, que está al frente de una gran quebrada, la ayuda no ha llegado. Todo va hacia Forestal, pero no a Nueva Aurora. Por eso estamos aquí”.

Victorino Goldberg (con sombrero) junto a voluntarios pinta caritas.

Es la zona más alejada de lo que fue el epicentro del fuego. En la quebrada, cuenta, está el Parque Natural Kan-Kan. “Ahí habían hecho todo un trabajo de limpieza para mantener la quebrada sana y, aunque algo del parque se quemó, los cortafuegos funcionaron y las llamas no siguieron subiendo”.

-¿Cómo es la logística para desplegar la ayuda en el cerro?

-Cada vez que hay una emergencia, nosotros salimos en una camioneta con cinco personas para evaluar el lugar y escoger qué sector vamos a intervenir. Todo esto lo hacemos en coordinación con organizaciones ciclistas de la región, porque son los que conocen el barrio. En este caso, fue con Andes Chile de Valparaíso y con las juntas de vecinos del barrio.

Dice que ya el mismo 23 de diciembre, existía un centro de acopio organizado y funcionando.

MONTAR UNA CASA EN 5 HORAS

Los vecinos están a la espera de la llegada de las casas. “Acá es fundamental la junta de vecinos, ellos tienen todos los datos y nos piden lo que necesitan a través de grupos de Whatsapp”.

En este momento lo que necesitan con desesperación son voluntarios profesionales: arquitectos, psicólogos, antropólogos, ingenieros, abogados.

“Si vas a construir un nuevo barrio, necesitas apoyo legal, trabajadores sociales, estamos cortos de ese voluntariado. También psicólogos, los niños no tuvieron Navidad, Año Nuevo, vacaciones, andan con una carga de estrés que te la encargo”.

Faltan también materiales para construir los radieres de las casas que pronto van a instalar: cemento, madera, fierros.

“Todos los fines de semana, llegan decenas de maestros a colaborar, pero sin materiales no pueden hacer nada”, asegura. “Ellos me dicen que en cinco horas pueden montar una casa con tres ayudantes”.

-¿Y cómo suben todo para ese lugar tan apartado?

-Con nuestras bicicletas adaptadas podemos cargar hasta 300 kilos. Los cerca de 70 voluntarios estamos instalados en el Colegio República de Colombia y desde allí salimos todos los días y subimos las donaciones.

Las bicicletas adaptadas para subir mercadería al cerro.

No todos los voluntarios son ciclistas, algunos son boy scouts, otros estudiantes de colegio o universitarios.

“A muchos damnificados les ofrecieron alojamiento en el Hotel O´Higgins, pero creo que un 5 por ciento lo aceptó. La mayoría teme perder su terreno, se quedan a dormir en carpas, de aquí no se mueven. Entonces, hay que ayudarlos”, ratifica con convicción Victorino Goldberg.

COMPARTIR:

MÁS NOTICIAS

Voluntades que Mueven: Historias de solidaridad con mayúscula

Voluntades que Mueven: Historias de solidaridad con mayúscula

Ochenta y cinco voluntarios fueron postulados al reconocimiento Voluntades que Mueven, que entrega cada año la Red Voluntarios de Chile. El 14 de diciembre pasado se conoció a los 30 elegidos, entre ellos tres líderes de organizaciones pertenecientes a Acción...

CONOCE NUESTRAS ORGANIZACIONES Y SE PARTE DEL CAMBIO