Gracias al empuje del jefe de la hospedería del Hogar de Cristo en Osorno y de la directora de la escuela España, hoy 13 organizaciones del barrio Chuyaca de esta ciudad conforman una red que tuvo una sencilla motivación: conocerse y darse a conocer. Hoy también están interesadas en difundir la riqueza patrimonial que existe en el sector.
Por Valentina Miranda G.
Las nuevas formas de hacer ciudad y la invasión de la tecnología, entre otros factores, han cambiado drásticamente la forma de relacionarnos. En el trabajo, en la escuela, en el barrio, dentro de las familias.
Algunas evidencias las detectamos en nuestros barrios.
Cada vez se ven menos niños jugando en la calle. En algunos sectores las veredas lucen desiertas. Los vecinos ya casi no se conocen (por lo menos físicamente, porque en muchos casos sí a través de un chat). ¿Sabes quién vive al lado de tu casa o en la esquina? ¿Conoces su nombre, a qué se dedica, con quién comparte su hogar? Probablemente no.
Es lo que sucedía en el barrio Chuyaca de Osorno, conocido porque allí se emplaza el Parque Pleistocénico, un parque temático con réplicas a escala real de la megafauna que habitó la zona del sur de Chile hace más de 12 mil años. Es un sector que abarca unas ocho cuadras a la redonda, atravesado por el río Damas.
Los vecinos se conocían poco y qué decir de los integrantes de las distintas organizaciones sociales. Eso hasta hace un par de años, según cuenta Gerardo Bello, jefe de la hospedería del Hogar de Cristo.
“La Hospedería, nosotros, somos vecinos de la Escuela España, por lo que teníamos contacto con su directora Nelly Vilches, que ha mostrado siempre un ánimo de colaboración. Pero existían varios actores en el sector que no conocíamos. Entonces surgió la necesidad de saber quiénes éramos, de romper el individualismo y abrirnos a la comunidad”.
La educadora de párvulos Nelly Vilches había asumido la dirección de la Escuela España a fines de 2019, poco antes de que se desatara la pandemia y sus cuarentenas. “Todas las instituciones estábamos muy para adentro y sentí que había que vincularse. Me motiva trabajar con otros, es parte de mi formación. Pero también tenía la convicción de que era importante vincularse con el territorio para entregarles cultura local a los estudiantes. Sobre todo, considerando que la escuela está ubicada en el patio trasero de un hermoso patrimonio, como es el Parque Pleistocénico”, señala.
Con el empuje de Nelly y Gerardo, los vecinos fueron conociéndose. Y nació la red Chuyaca, que hoy conforman 13 organizaciones: cuatro jardines infantiles, tres escuelas, una universidad, tres juntas de vecinos, un centro lector y, por supuesto, la hospedería del Hogar de Cristo y los programas PADAM y Vivienda Primero.
Es una red cuyo propósito es cohesionar, que no pertenece a nadie, que no tiene jefes ni tampoco una figura jurídica. Realizan reuniones mensuales donde se ponen al día de lo que está haciendo cada una de las organizaciones y si tienen algún tipo de necesidad, se apoyan mutuamente. “No tenemos personalidad jurídica, pero podemos hacer peticiones formales al municipio y nos reconoce”, puntualiza Gerardo.
RIQUEZA PATRIMONIAL DEL BARRIO
Además de fortalecer las relaciones, de “humanizar el trato, conocer a la gente con nombre y apellido”, como dice el jefe de la hospedería, se busca que los vecinos estén al tanto de lo que hace cada uno de ellos. Para ello realizan una feria un par de veces al año con el apoyo del municipio que facilita el espacio y la logística.
Otro aspecto al que están abocados es conocer la riqueza patrimonial que existe en el sector. Con esa finalidad varios dirigentes hicieron una caminata por el barrio, conociendo historias, las casas del sector, la dinámica del entorno, los actores sociales que han sido significativos. “Tenemos un proyecto que es sistematizar la vida del barrio y exhibir en una muestra fotográfica lo que se ha hecho”, cuenta Gerardo.
LA HOSPEDERÍA, UN VECINO MÁS
Al finalizar nuestra conversación, preguntamos a Gerardo Bello si es que ha cambiado la percepción de los vecinos con respecto a los usuarios de la hospedería, la que funciona desde 1985 y actualmente acoge a 51 personas mayores de 50 años con larga experiencia de vida en la calle. Nos da una respuesta contundente y alentadora: “Esta red ha sido potente en la inclusión de las personas en situación de calle”.
Lo corroboramos con Nelly Vilches. “Cuando la Hospedería se trasladó y se ubicó en un lugar más visible, empezamos a conocer el Hogar de Cristo y lo que hace. Antes los niños de la escuela decían: ‘Ahí va un borrachito del Hogar de Cristo’. Ahora hay otra mirada de los alumnos y de los vecinos. Nos ha permitido reflexionar sobre la situación de estas personas, más que cuestionar, juzgar o criticar. Hacerse preguntas para la vida. Cuando la Hospedería regrese a su espacio definitivo, tendremos la posibilidad de enriquecer esta experiencia y generar un vínculo ajeno a la red Chuyaca”.
A lo que Nelly se refiere es a que hoy la Hospedería de Hombres de Osorno funciona transitoriamente en un nuevo edificio de mil metros cuadrados a la espera de su hogar definitivo, una moderna obra de 1.238 metros cuadrados que se está construyendo en el terreno donde se ubicaba la vieja hospedería. Gracias a una alianza entre la municipalidad de Osorno y Hogar de Cristo, la primera construcción, una vez desocupada, pasará a formar parte de las instalaciones del Liceo Industrial de la ciudad. Todo, por supuesto, en el barrio Chuyaca.