Voluntarias, adultos mayores y organizaciones territoriales se reunieron en el Centro Ignaciano para fortalecer redes de apoyo y compartir buenas prácticas. La instancia, impulsada por Hogar de Cristo, visibiliza el poder del trabajo colaborativo en el Biobío.
Por Comunicaciones Hogar de Cristo
En medio de abrazos, risas cómplices y muchas ganas de construir comunidad, más de veinte personas se reunieron en el Centro Ignaciano de Concepción para participar en el Encuentro Regional de la red Acción Solidaria de Hogar de Cristo. ¿El objetivo? Fortalecer el tejido social y reafirmar que, cuando las organizaciones comunitarias se unen, pueden lograr cambios reales.
La jornada fue todo menos formal. Voluntarias, líderes y adultos mayores compartieron experiencias, anécdotas, desafíos y logros con el entusiasmo de quienes saben que su trabajo hace la diferencia. Especialmente cuando se trata de personas mayores en situación de dependencia o personas en situación de calle.
Cuatro agrupaciones fueron protagonistas del encuentro:
Voluntarias Estrella de Mar de Caleta Tumbes
Grupo de Adultos Mayores La Voz de la Esperanza (Lomas Coloradas)
Comedor Madre del Salvador (Hualpén)
Club del Adulto Mayor Solidario (Hualpén)
SOLIDARIDAD PENQUISTA
Todas ellas llevan años caminando junto al Hogar de Cristo, y esta jornada sirvió para mirarse, reconocerse y celebrar cuánto han avanzado. “Poder confluir entre organizaciones, estudiantes en práctica y nuestro equipo fue muy valioso. Compartimos buenas prácticas y nos proyectamos con nuevos desafíos”, comentó Daniela Sánchez, jefa territorial de operación social en el Biobío.
Además del trabajo colaborativo, las participantes reflexionaron sobre cómo visibilizar su labor y cómo cuidar su salud emocional. No faltaron los momentos íntimos, en que se habló del cansancio, de la pasión por servir, y de esa energía silenciosa que mueve a muchas mujeres que lideran estos espacios solidarios.
Este proceso también contó con el valioso apoyo de estudiantes de Psicología y Trabajo Social de universidades como la Adventista de Chillán, San Sebastián, Andrés Bello y de Concepción, quienes se sumaron a esta experiencia desde el terreno, aprendiendo y aportando.
“Este encuentro fue de mucha satisfacción ya que en esta oportunidad pudimos estar con cuatro agrupaciones que llevan algunos años ya con nosotros. En este tiempo hemos podido apreciar cómo han crecido y se han fortalecido obteniendo logros muy significativos”, agregó Daniela Sánchez.
Más que un encuentro, fue una inyección de energía comunitaria. Porque en tiempos difíciles, reunirse, escucharse y crear red es más necesario que nunca. Y en el Biobío, la solidaridad está más viva que nunca.
