Pariente de Claudio Narea, el ex integrante de Los Prisioneros, a sus 78 años, con discapacidad visual y 13 operaciones en el cuerpo, Norma es una incansable activista social de Arica: presidenta de una oenegé de adultos mayores, conductora radial, cantante y experta bailadora de tangos, fue declarada “Hija Ilustre” por la ciudad nortina en 2015. Todo un ejemplo de vitalidad y entrega por sus pares.

Por María Teresa Villafrade

La presidenta de la oenegé “Dignificando el futuro del adulto mayor de Arica y Parinacota”, Norma Urizar (78), se define como una comunicadora social ya que desde hace 14 años conduce el programa “La hora del adulto mayor” en radio Puerta Norte (92.1 FM) y en internet www.radiopuertanorte.cl todos los sábados, de 8:30 a 10:00 de la mañana.

“En algunas oportunidades, muy pocas, lo he dejado grabado por viaje, pero agradezco al director Orlando Vargas que no reparó en mi discapacidad al momento de ofrecerme hacer el programa”, cuenta.

Norma tiene un 85% de discapacidad visual debido a una retinitis pigmentosa que no tiene operación ni tratamiento. “Es congénita, nací con ella, solo que comenzó a progresar a partir de mis 48 años. Poco a poco fui perdiendo todo el campo visual, pero me defiendo, he hecho rehabilitación en orientación y movilidad. Me manejo con un bastón cuando no salgo con mi marido”, explica.

Para ella, ninguna enfermedad –ha sido operada en 13 ocasiones, incluido un derrame cerebral- es impedimento de la intensa labor social que realiza. Hace dos años que pertenece a los promotores de la política comunal del adulto mayor, una entidad inédita en la región y el país. “Que yo sepa en ninguna municipalidad existe un órgano similar. Tiene 17 lineamientos o comisiones. Yo con mi marido pertenecemos al lineamiento de inclusión social y discapacidad”, agrega.

Casada hace 54 años con Néstor Cortés Robledo, tienen cinco hijos, 13 nietos y 7 bisnietos. “Me conservo regia y estupenda”, señala coqueta.

NACER Y CRECER POBRE PERO CON VOCACIÓN SOCIAL

Hace 28 años que junto a su marido realizan una incansable labor social. Primero comenzaron con discapacitados visuales a raíz de lo que ella vivía, después siguieron con niños más vulnerables celebrando navidades y chocolatadas y finalmente, cuando Norma cumplió 60 años, se dedicaron exclusivamente a trabajar por los adultos mayores y discapacitados.

“Mi vocación de nacimiento es la labor social, pero cuando uno nace pobre y se cría pobre, al menos en mi época, no teníamos la oportunidad de estudiar, porque todo había que pagarlo. Por esa razón yo no estudié pero esa ha sido mi vocación y soy muy feliz de ayudar a solucionar los problemas que aquejan a mis pares. Gracias a la oenegé Dignificando, a mi programa de radio y a las políticas comunales, nosotros tenemos mucho trabajo, de lunes a domingo, solucionando mil problemas de mis pares más vulnerables, que están solitos, que son muy tímidos, que hablan bajito y tienen problemas de salud, de maltrato, de atropello, en fin. Nosotros dentro de nuestras posibilidades, buscamos la solución”.

-¿Y qué tal les ha ido en las gestiones?

¿Quieres saber por qué podemos solucionar todos los problemas y por qué ninguno se nos ha quedado atrás? Para empezar no pertenezco a ningún partido político, me mantengo en el medio, me interesa la solución y para ello se requiere de gestión y buena voluntad, no me interesa de qué lado viene la solución. Yo golpeo todas las puertas ya sea del gobierno comunal, o regional y siempre recibo respuestas. Mi manera de ser es pedir el apoyo con mucho respeto, no golpeando ni descalificando.

Norma Urizar dice haber quedado “anonadada” ante tantas situaciones críticas que le tocó conocer en pandemia. “Eran verdaderas tragedias las que vimos entre mis pares y gracias a Dios, pudimos ayudarles. Me mueve ese deseo de ayudar en lo que más pueda. Mi marido ha sido el apoyo más grande que he tenido”.

Ambos además, cantan y bailan mucho juntos. “El ex integrante de Los Prisioneros, Claudio Narea, es pariente mío por el lado materno. Por eso es que me gusta cantar, mi marido es tenor y yo soy contraalto, juntos estamos en el coro Armonía hace muchos años, tenemos un CD con temas grabados de la época nuestra. En diciembre casi todos los días estuvimos cantando villancicos desplazándonos por la ciudad”, afirma.

Y en cuanto al baile, la pareja obtuvo el tercer lugar en el primer campeonato nacional de tango del adulto mayor que se hizo en Penco, al interior de Concepción. Norma y Néstor ganaron el concurso local y viajaron a representar a Arica y Parinacota en el campeonato. “¿Y adivine quien ganó el premio a la mejor compañera y reina del evento? Yo!” dice sin falsa modestia.

También tiene otro premio vinculado a su labor radial: la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), la calificó con nota máxima como locutora. “La ARCHI estuvo un mes en Arica, haciendo exámenes y finalmente me calificaron con nota máxima.  Por eso siempre digo, Contenta, Señor, contenta”.

Norma insiste en que la discapacidad no es excusa, porque igual se puede igual colaborar de alguna manera. “Mi marido es facilitador de tango y él me propuso enseñarles tango a los ciegos. Empleamos una técnica con los brazos y fue un aporte a su salud mental. Nosotros hemos hecho talleres y les hemos enseñado a bailar tanto a parejas de adultos mayores ciegas, a personas sordomudas y jóvenes con síndrome de Down, la aburriría de contarle todo lo que hemos hecho”.

Con Acción Solidaria de Hogar de Cristo se han apoyado mutuamente. “Nuestra oenegé no tiene recursos, pero los conseguimos haciendo rifas, bingos y con una subvención municipal a la que postulamos, logramos comprar 1.500 paquetes de pañales para los postrados. Trabajamos con las juntas de vecinos para que ellos captaran a los adultos mayores postrados más vulnerables en todos los sectores de la ciudad. También entregamos al Hogar de Cristo, al hospital, a la unión comunal de adultos mayores, a los Cesfam”.

Norma quiere incentivar con su ejemplo a muchos adultos mayores más jóvenes que ella a que participen en labores sociales, a activarse y apoyar a sus pares más vulnerables, a bailar, a cantar. “Yo les invito a plantearse un desafío, cualquiera que sea, y si no lo logran conseguir al menos queda la satisfacción de haberlo intentado. ¡Sí se puede!”, se despide desde Arica llena de optimismo y positividad.