¿Te imaginas cómo viven las mujeres de calle su menstruación?

Hoy un poco mejor que antes. Gracias a un protocolo establecido por el Ministerio de Desarrollo Social, el Estado debe entregar a las mujeres en situación de calle los insumos necesarios para que puedan manejar su menstruación con las condiciones mínimas de higiene. Un gran avance, pero no es suficiente.

Por Valentina Miranda G.

Con motivo de la reciente conmemoración del día de la erradicación de la violencia contra la mujer varios temas salieron a la luz, pero poco y nada se habló de una realidad muy invisibilizada, como es la gestión menstrual de las mujeres en situación de calle. Son tantas las carencias que tienen las mujeres que viven en carpas o rucos que manejar su menstruación con las condiciones adecuadas de higiene y privacidad, con un mínimo de dignidad, es casi un sueño. Es un derecho humano que cada mes es vulnerado. Un tipo de violencia de la que no se tiene conciencia.

En nuestro país los esfuerzos del Estado en la protección de los derechos le dan prioridad a los niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad mental y son las fundaciones de la sociedad civil las que mayoritariamente están respondiendo a las necesidades del segmento entre 18 y 60 años, entre ellos las mujeres en situación de calle.

Justamente fue una fundación, Gente de la Calle, la que puso este tema en el tapete en tiempos de pandemia. En 2020 hicieron una campaña muy exitosa vía redes sociales para reunir fondos que permitieran entregarles insumos de menstruación: toallas higiénicas, toallas húmedas y papel higiénico. En 2021 esta entrega de productos se complementó con educación de salud sexual y reproductiva y espacios de conversación. Así, a las voluntarias de las rutas de calle se unieron matronas y obstetras.

Carol Llanos, encargada del área de estudios de esta fundación, señala que uno de los grandes logros de esta iniciativa fue hacer visible esta problemática e incidir en las políticas públicas. Hay que considerar que sólo el 15% de las personas en calle son mujeres y por lo tanto la mayoría de los apoyos están pensados para los hombres.

CUANDO LA TOALLA HIGIÉNICA ES UN LUJO

Es así como en octubre de 2022 el Sernac presentó el estudio Gestión Menstrual en Población Hipervulnerable, enfocado en mujeres que viven en calle, en cárceles y en campamentos, con el objetivo de generar información que sirviera para la formulación de políticas públicas orientadas a dar respuesta a estas problemáticas. Para la realización de este estudio se encuestó a 157 mujeres en situación de calle de un total de 2.131 mujeres entre 18 y 49 años que vivían a la intemperie a mayo de 2022 en todo el país, la mayoría de ellas como consecuencia de haber sido víctimas de maltrato físico y psicológico en sus hogares. Demás está decir que en general no tienen redes de apoyo, carecen de vinculación familiar y afectiva, y poseen nula integración económica y social, lo que se traduce en que cuentan con bajos recursos.

El estudio mostró que las mujeres en calle no tienen garantizado el acceso a productos de higiene y gestión menstrual, y tampoco a un baño y agua potable. Del total de las encuestadas, el 50% señaló tener sólo ocasionalmente acceso a productos de menstruación, mientras que el 37% dijo contar siempre con ellos. Un 13% declaró no disponer nunca de estos insumos. De los productos de contención menstrual, la toalla higiénica es la más conocida y utilizada. Si no tienen, utilizan principalmente paños de género, papel higiénico, pañales, mascarillas y ropa.

Asimismo, el 60% de las mujeres siente dolor extremo durante la menstruación. El 29% de ellas no hace nada para aliviarlo, el 45% compra medicamentos, el 24% lo combate con infusiones, mientras que un 3% lo aminora con el consumo de drogas. Un 27% asiste todos los meses a un servicio de salud por los intensos dolores que se presentan en su periodo menstrual.

Gracias a una campaña de recaudación de fondos, la fundación Gente de la Calle ha entregado cientos de kits de insumos y realizado talleres de salud sexual y reproductiva a mujeres en situación de calle.

El estudio del Sernac señala a modo de conclusión que -debido a que el costo de los productos para el manejo de la menstruación es el problema principal para acceder a ellos- su entrega gratuita es fundamental. Además, enfatiza que los organismos estatales encargados deben priorizar la instalación de baños y duchas públicas que las personas en situación de calle puedan utilizar sin costo.

Indica finalmente que poder contar con acceso a salud es parte fundamental para experimentar una menstruación digna, por lo que es necesario dar las facilidades para que las mujeres puedan ver periódicamente a especialistas como ginecólogos y/o matronas.

AVANCES EN POLÍTICAS PÚBLICAS

Desde que la fundación Gente de la Calle implementó la iniciativa “Menstruar en Calle”, entregando kits de insumos y educación, se han registrado algunos avances en esta materia.

Reconociendo que las personas menstruantes son titulares del derecho a una gestión menstrual libre y digna, en mayo de 2022 la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que busca garantizar el acceso a productos de gestión menstrual y condiciones para la higiene. La iniciativa plantea que el Estado tiene el deber de establecer un catálogo de derechos y garantías relacionados a la menstruación, además de incorporar en el Código Sanitario los productos de contención menstrual. Este proyecto se encuentra en segundo trámite legislativo en el Senado.

Por otra parte, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a través de su Oficina Nacional de Calle, incorporó en agosto de 2022 un protocolo de gestión menstrual para personas en situación de calle. Este documento fue elaborado en colaboración con el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género y el Ministerio de Salud. Su objetivo es garantizar el acceso a condiciones para la gestión menstrual digna, asegurando la entrega de productos de contención menstrual -toallas higiénicas desechables, tampones, copa menstrual, protectores diarios, entre otros-, además de calzones de algodón, papel higiénico y bolsas de basura para el desecho de los productos.

Además, las Rutas Sociales Calle deben brindar elementos que permitan la higiene personal, como bidones de agua, toallas húmedas y toallas desechables para secarse, y contar con personal capacitado con información básica sobre higiene y derechos sexuales integrales y personal de apoyo para la vinculación con la red de salud y así tener acceso a exámenes preventivos vinculados a esta materia. Todo esto también debe estar disponible en los diferentes dispositivos o programas que atienden a personas en situación de calle. La implementación y cumplimiento de este protocolo es supervisado por las seremis de Desarrollo Social y Familia.

Según el estudio del Sernac, una persona gasta al año poco más de $126.000 en una canasta consistente en toallas higiénicas desechables, protectores diarios y antiinflamatorios.

Según cuenta Pamela Díaz, sicóloga del Ministerio de Desarrollo Social que participó en la elaboración de este protocolo, como parte de esta iniciativa se han realizado 70 talleres de salud sexual y reproductiva en distintas comunas del país con una muy buena recepción por parte de las mujeres.

A pesar de los avances en esta materia, Chile está lejos de llegar a estándares que permitan a todas las mujeres vivir su menstruación en forma digna. Algunos referentes a tener en consideración: Escocia, que el año 2020 aprobó una ley para la distribución gratuita de tampones y toallas higiénicas a todas las mujeres menstruantes, siendo el país pionero en esta medida. O España, que en mayo de 2022 aprobó una reforma legal que considera el pago de licencias médicas por menstruaciones dolorosas y la entrega gratuita de productos de higiene menstrual en centros penitenciarios, escuelas y de servicios sociales. Y en nuestro continente, México, que en 2022 eliminó el IVA para los productos menstruales, o Colombia, que estableció que las reclusas tienen derecho a que se les provea de artículos de higiene menstrual. Varios otros países, al igual que el nuestro, tienen proyectos de ley en tramitación. Es de esperar que no queden en un cajón.

Si quieres que mejoren las condiciones en que viven las mujeres en calle, involúcrate AQUÍ

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