La tarde del 29 de octubre, en el estadio Bernardo O´Higgins de Quinta Normal, se inauguró “Villa Feliz”, la primera academia de fútbol inclusivo y de integración en Chile y un guiño para los fanáticos de Barrabases. Las inscripciones siguen abiertas. Conoce aquí de qué se trata.
Por María Teresa Villafrade
Roberto Jiménez (58) es ingeniero en electrónica de la Universidad Católica de Valparaíso y director de la Fundación Barrabases, creada en 2018 para dar mayores oportunidades a la infancia vulnerada. Su hijo era pequeño cuando lo integró al famoso club deportivo Barrabases Chile, que obtuvo su nombre inspirado en la famosa revista chilena de Guido Vallejos, el primer cómic deportivo infantil en la historia nacional.
“Yo quise crear la Fundación porque sentí que había que ampliar la cobertura, que no fuera solamente fútbol e integramos básquetbol, tenis de mesa y karate. Luego, en 2019, hicimos una alianza para que niños de sectores vulnerables pudieran asistir a los entrenamientos en el campus Boca de Santiago, algo inolvidable para ellos. Y ese mismo año, realizamos una clínica deportiva con profesores del Real Valladolid de España, quienes seleccionaron a un jugador para que fuera a entrenar un mes a ese país”, cuenta Roberto.
El 2020 sumó un proyecto de tecnología que tiene que ver con robótica educativa, además de programas donde enseñan programación a niños y niñas, preparándolos para el futuro. Y también nació “Villa Feliz”, la primera academia de fútbol inclusivo y de integración en Chile. Tal como relatan en su página web:
“Durante muchos años hemos escuchado de la existencia de un lugar llamado Villa Feliz, donde han nacido grandes héroes que llenaron de gloria las canchas de fútbol de nuestro país y de sueños la cabeza de quienes han querido ser como sus ídolos.
“No aparecía en los mapas, pero sabíamos que existía. De sus entrañas nacieron mitos, leyendas y epopeyas en torno a un balón y lo que se puede conseguir cuando todos somos un equipo y nos planteamos un ideal. ¡Hoy por fin la hemos encontrado!
“Una cancha de fútbol, ahí donde soñamos en grande, la pelota es tuya, es mía, es nuestra. Ya nada es imposible y aquí jugamos todos, todas y todes, nos une la misma pasión y nos fundimos en un gran abrazo para presentar al mundo nuestra mejor cancha”.
Según explica Roberto Jiménez, en 2020 la Chile Organizando Trans Diversidades (OTD) le pidió formular un proyecto para la UEFA, que es la organización internacional de fútbol de Europa: “Ellos querían postular a un proyecto de fútbol para niños trans, pero yo investigando y viendo los proyectos que se habían presentado antes, sentí que no teníamos ninguna posibilidad si no lo ampliamos y decidimos postular con una escuela de futbol inclusiva sin restricciones, lo que significaba incluir a niños con discapacidad intelectual, niños Down y niños migrantes. Se postuló pero lamentablemente no quedamos, yo creo que porque nosotros no somos una gran fundación”.
En el intertanto, se había incorporado al proyecto una agencia de publicidad que propuso bautizarlo como “Villa Feliz”, donde vivían los personajes del cómic Barrabases. Después de esa postulación fallida, el proyecto quedó en el olvido, pero Roberto quiso reflotarlo este año.
“Pensé en sumar más organizaciones para que desde su expertise aportaran al proyecto. Se unieron Olimpiadas Especiales Chile que trabaja con niños con discapacidad, la misma OTD, la Fundación Chile de Ajedrez, Futuro y Pasión Violeta y Acción Solidaria, de Hogar de Cristo”, agrega.
NIÑOS Y NIÑAS SIN APELLIDOS
La tarde del 29 de octubre, en el estadio Bernardo O´Higgins de Quinta Normal, se inauguró por fin oficialmente. El objetivo es utilizar el juego como una poderosa herramienta de aprendizaje colectivo pero también busca motivar a la población a disfrutar de este espacio de integración.
“Aquí se acercan todos de igual a igual, tú ves a una niña o un niño y no tienen apellido, con eso me refiero a que no eres un niño trans, no eres un niño migrante, no eres un niño con discapacidad, eres simplemente un niño o una niña”, precisa.
Hasta enero, la academia estará funcionando todos los viernes, entre las 5 y las 7 de la tarde, en el estadio Bernardo O´Higgins de Quinta Normal, ubicado en Nueva Imperial 4716. “El próximo año esperamos aumentar el horario a un par de veces a la semana”, dice Roberto.
Las familias interesadas pueden acudir presencialmente al estadio a inscribir a sus hijos. “Es un proyecto inclusivo, el que quiere estar, que venga. Lo más difícil es que se entienda qué significa inclusión porque normalmente se asocia a una problemática, lo están vinculando más a un tema de género pero es mucho más amplio el concepto. Inclusión e integración, porque te pueden invitar a una fiesta, pero si no te sacan a bailar, no te integran. Ya basta de hablar, la gente tiene que actuar. No sacamos nada con seguir hablando de que no hay inclusión, nadie actúa. Ese es mi llamado”.
La academia es para 130 niños, niñas, niñes y jóvenes, y además habrá un torneo metropolitano y uno regional con escuelas afines. Se trabaja con una metodología que permita la inclusión de todos los participantes en las actividades diarias, además de integrar a la familia con actividades anexas y en la difusión del proyecto.
Para Roberto Jiménez hay tres tipos de personas: las que hacen que las cosas pasen, las que ven cómo pasan y las que se enteran que pasaron. “Me gusta ser de las que hacen que las cosas pasen”, dice finalmente.